sábado, 18 de mayo de 2013

Memorias de un matarife

Hoy os voy a contar una escalofriante realidad. Una realidad tan cercana a mí como lo es la familia.
Ramón, es mi padre, es un hombre sensible que siempre a amado a los animales, de hecho, en casa, siempre tuvo animales y salvó a muchos de la calle, recuerdo un día que trajo a casa tres crías de gatito que se había encontrado en la calle tirados, mi madre, no quería más animales y le dijo que no nos los podíamos quedar, él muy decidido, se fue al baño y dijo que los mataría, muy lejos de aquello... abrimos la puerta y le encontramos llorando abrazando a los gatitos.

Ahora viene lo escalofriante, mi padre, fue matarife en diversos mataderos de la Comunidad de Madrid. Hoy, me ha contado exactamente como son las cosas de puertas para dentro. Yo, tenía esperanzas de que la realidad distara de los vídeos que se pueden ver en la red, pero esto, no es así.

Me ha contado, que al día solían matar más de 400 cabezas de ganado y centenares de pollitos.

Antigüamente, dice, que se mataban con descargas eléctricas pero en la actualidad, se les dispara un tiro en la cabeza, quedando muchos de estos animales con vida tras el tiro.

En ocasiones, la presión del trabajo era tal, que no podían comprobar ciertamente si el animal había perdido definitivamente la vida, así pues, algunos de ellos pasaban a despiece aún vivos. Comenta, como muchas vacas eran despiezadas cuando aún respiraban y agitaban sus extremidades, las cuales les cortaban. En innumerables ocasiones, recuerda, que cuando las estaban quitando los órganos, abiertas en canal, el corazón de la vaca seguía latiendo.

Los animales como vacas, carneros, ovejas, lechones, cerdos...venían a diario en camiones, procedentes la mayoría de explotaciones agrarias intensivas. Descargaban a los animales en el matadero, estos iban directos a un callejón sin salida que desembocaba en la muerte. El ganado era retenido hasta que pasaba a una estrecha jaula en la que no tenía escapatoria, ahí, recibía el tiro de gracia. Después de esto, cada animal era arrastrado por unas máquinas y colgado bocabajo, pasando, como he comentado con anterioridad a despiece en muchas ocasiones aún con vida, aquí, eran mutilados cuando aún respiraban, destripados e incluso alguno, llegaba vivo al lugar en que les quitaban la piel.

También nos relata, como llegaban los pollitos al matadero, estos, llegaban en grandes camiones con numerosas jaulas amontonadas extremadamente estrecha, muchas veces, centenares de pollitos llegaban muertos, aplastados por el resto de sus compañeros de viaje. En el matadero, los amontonaban en naves en las cuales, contaban con un reducido espacio en el que solo se podía observar una separación de pollito a pollito de unos 18 centímetros. Después los mataban. Estos, eran colocados en una máquina con ganchos que les mantenía cabeza abajo, pasaban por el matarife que les iba cortando el cuello para que se desangrasen (cosa que tarda un rato, no se desangran de inmediato), recuerda, como los pollos seguían moviéndose, tratando de luchar por sus vidas hasta que la última gota de sangre desaparecía de sus cuerpos y exhalaban su último aliento. Por desgracia, antes de que esto ocurriese, antes de que muriesen, sus cuerpos heridos eran trasladados a otra máquina que desprendía agua a presión a una temperatura altísima para limpiarlos y quitarles las plumas... mi padre asegura, que muchos de estos animales seguían con vida durante este proceso, en el cual, morían abrasados definitivamente. Por último, iban a las cadenas de despiece donde separaban todas sus partes, los muslitos, las alitas, las plumas para hacer abrigos y almohadas...
Los pollos que eran seleccionados para carne picada, eran asesinados de igual forma, pero luego, pasaban por la trituradora para ser convertidos en hamburguesas, salchichas...

Le pregunté, que si en algún momento sentía pena o compasión por los animales a los que asesinaba y fríamente me contestó que no. Que era su trabajo y era lo que tenía que hacer, que era su obligación.

Como podemos observar, esta falta de sentimientos hacia unos pobres e indefensos animales no es solo cosa de gente despiadada. Mi padre, es una persona normal, y no era capaz de plantearse, que esos seres vivos también deseaban vivir, que les estaba arrancando la vida de sus manos y les estaba causando dolor. Mi padre, tenía gatos en casa, a los que acariciaba, pero no era capaz de relacionar que esos animales a los que asesinaba también eran seres sensibles necesitados de afecto y amor.

Su respuesta es, "Es necesario para comer" y mi pregunta es ¿Es necesario someter a los animales a estas torturas por comer?... yo creo que no. Se puede hacer de otro modo, somos inteligentes, podemos matar infringiendo menos dolor, somos los animales que más dolor causamos a nuestras presas o... ¿Acaso el león no se come a la gacela?, ¿El oso no se come al pez?, ¿El tigre no se come a los ciervos? La diferencia es, que los animales matan por necesidad y matan rápidamente, van directos al cuello, con lo que la agonía de su presa, generalmente, se reduce a pocos minutos. El hombre, mata en muchas ocasiones por placer, come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir. Así visto... suena un poco estúpido ¿verdad?.
Si tan inteligentes y superiores al resto de seres vivos nos creemos ¿por qué no somos capaces de disminuir el dolor y la angustia de nuestras presas?, ¿por qué comemos en exageradas proporciones sin necesitarlo?

Ellos sienten miedo igual que nosotros, sienten alegría y por supuesto, sienten dolor.

Estos seres vivos, tienen una vida y una muerte impropias, sufren durante todos los días que permanecen en este cruel mundo.

Por favor, si decides, consumir productos y subproductos de origen animal, ten esto en cuenta: si al menos su muerte no puede tener un buen final, al menos, que hayan tenido una buena vida. Consume carne ecológica, leche y huevos, procedentes de granjas y ganaderías en las que tienen a los animales en buenas condiciones, bien alimentados, con espacio para moverse y en libertad, donde sean tratados con la mayor dignidad y respeto posible.
No consumas nada procedente de explotaciones agrarias intensivas, estas solo se preocupan por cebar a los animales a base de piensos de engorde de mala calidad perjudiciales para la salud de los animales y para sus consumidores finales, nosotros . Las explotaciones ganaderas intensivas, mandan a matadero incluso animales enfermos que son aprovechados para la realización de subproductos cárnicos o carne picada, hamburguesas...  ¿Quién se comería una vaca enferma que apenas puede caminar?  

Hazlo por ellos, hazlo por ti, di no a los productos de origen animal procedentes de explotaciones ganaderas intensivas, en las cuales tienen a los animales en condiciones horribles esperando su cruel destino.


 


Soraya R. Oronoz

1 comentario:

  1. Creo que simplemente es una forma de especismo, nos enseñan que los perros y los gatos no se comen, que los cerdos, las vacas y los pollos y otros animales de granja están para alimentarnos y los animales exóticos y salvajes para encerrarlos en zoos, todos crecemos con unos parametros similares, y si nos enteramos que en asia se comen a los perros no lo entendemos, y bueno lo mismo puede pasar en paises donde no coman conejos...y en fin, creo que la base no esta en concienciar a la gente en que hacer daño a otros animales es malo, la base esta en educar a los niños en que todos los seres vivos somos iguales y nos merecemos respeto según las necesidades y la capacdad intelectual de cada uno claro...

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