domingo, 15 de diciembre de 2013

Activismo pacífico por los derechos animales

Ayer, día 15 de Diciembre, decenas de activistas acudimos al acto convocado por igualdad animal para conmemorar el día de los derechos animales.

Sujetamos cadáveres y pancartas con imágenes de seres sintientes con el fin de concienciar a la población sobre la crueldad que conlleva el uso y abuso de animales no humanos.

A dicho acto, acudió también la psicóloga Melanie Joy, autora del libro "Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas", esta, dedicó unas palabras en nombre de los animales y dando las gracias a los allí presentes por tratar de luchar contra las injusticias que la sociedad impone.

Los espectadores nos miraban sin entender muy bien nuestras pretensiones, señoras con abrigos de 200 cadáveres de visonitos, señalaban extrañadas los cadáveres allí presentes, madres con niños trataban de distraerlos para que no mirasen hacia la realidad. Miradas testigos de la crueldad, que preferían girarse dando la espalda a la realidad para seguir las normas sociales que dictan la alegría de la navidad...

A nadie le gusta ver un cerdito bebé muerto, ni una gallina despojada de su vida, tampoco disfrutan viendo a un pollito amarillo dormido para siempre, ni a un gatito o perrito con las patitas estiradas permanentemente, no obstante, muy probablemente seguirán comprando jamón, pollo, chuletas...en resumen, seguirán consumiendo esos cuerpecitos sin vida que tanta pena les da ver en directo, continuarán ordenando el asesinato de miles de millones de vidas para ponerlas en sus platos, para vestirse con sus pieles, para maquillarse...

Si los mataderos tuviesen paredes de cristal y estuviesen en el centro de las ciudades, sería todo mucho más sencillo. La gente contemplaría lo que conlleva la toma de decisiones en el día a día, la diferencia real que hay entre un plato de sopa de pollo y un plato de sopa de verduras.


Hace un tiempo, no muy largo por desgracia, yo, era capaz de devorar el cuerpecito de un suido* mientras a la vez acariciaba a mi gato e incluso compartía con él ese "manjar", yo, amaba a los animales no humanos pero, algo en mí no llegaba a conectar lo que pasaba en realidad para que mi plato estuviese lleno de lo que ahora considero cadáveres. Todo he de decirlo, yo no fui nunca muy forofa del consumo de animales aún así, lo hacía. Por eso, entiendo a la gente que aún no ha conectado las ideas necesarias para lo que yo denomino el "cambio de chip", yo no sé lo que haría por llegar a las personas, por hacerles abrir los ojos, por mostrarles una nueva realidad, alejada de la crueldad y el maltrato de seres sintientes. Podemos vivir sin comernos a otros animales, podemos vestirnos y calzarnos sin usar pieles de otros, podemos divertirnos sin que sea a costa del dolor ajeno, claro que podemos, el problema es ¿queremos? Como todo en la vida, prescindir de los animales en pro de nuestro beneficio conlleva un proceso mental diferenciado en cada individuo, yo lo entiendo pero, es tan duro contemplar cómo la sociedad sigue los cánones marcados por los intereses superiores que dirigen las industrias, cómo se ven anuladas las capacidades de representación mental en el hombre cuando de sufrimiento animal hablamos, es tan duro querer enseñar y no encontrar pupilos que absorban tus conocimientos. Hay una barrera interpuesta entre el raciocionio y la realidad en cuanto a temas de industria alimentaria se refiere, nos han enseñado desde que nacemos conceptos afines al especismo, nos han obligado a interiorizar que los animales están ahí para nuestro beneficio, resulta tan complicado desmontar falsas creencias cimentadas bajo un largo camino de hormigón...

Quiero pensar, que cada día somos más, que cada minuto que pasa hay alguien que mira su bocadillo de bacon crujiente y en su cerebro ocurre el "click".

Bueno, me voy un poco por las ramas... quiero agradecer a Igualdad Animal y a todos los activistas lo que hacen día a día por abrir los ojos de las personas, por acercar la realidad a la sociedad y desenmascarar lo que no quieren que se sepa. Sigamos luchando unidos para poco a poco, ir cambiando perspectivas que ayuden a crear un mundo mejor.

*Suido: cerdo.






Soraya R. Oronoz





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