miércoles, 24 de diciembre de 2014

Felices fiestas (para algunos)

Millones de familias se concentrarán hoy al rededor de sus mesas. Reinará la paz y la felicidad a costa de ignorar el dolor ajeno. Aquel corderito que hoy transformas en "comida" era un ser sintiente.

He perdido la esperanza de concienciar a la humanidad, porque no se puede ver la luz cuando ante ella cierras los ojos.

Mi mensaje de navidad consiste en desearos felicidad real, de esa que descubres cuando abres tu mente. Quiero haceros pensar, que nada puede ser bueno si hace sufrir a otros.

No matarías un corderito, pero ¿en cambio si te lo comes? Hago un llamamiento a vuestra empatía, a vuestro sentido humano de la justicia y a vuestro raciocinio ¿a caso no podéis mirar más allá?





Os reto a que cuando pongan esta noche la cena en la mesa, miréis el plato y tratéis de imaginar por un segundo lo que ha pasado hasta que ha llegado a vosotros.

De nada sirve que yo escriba o hable si tu no quieres interiorizar la verdad.

Esta noche desearía que todos y cada uno de vosotros os pusiérais en  el lugar de vuestra cena.
Pensar qué hay detrás de vuestro menú de navidad. Ser críticos con vosotros mismos, no apartéis la mirada de la realidad, aunque duele, porque todo lo que duele, te hace progresar. ¿Sabes cuántos miles de vidas han muerto por saciar tu insaciable necesidad? NO, NO, no digas que te voy a amargar la cena, mira dentro de ti y observa tus acciones y sus consecuencias: TÚ PAGAS, ÉL MUERE. FELICES FIESTAS (para algunos).  


Soraya R. Oronoz

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